Calderas de fogón

La hojalatería es un oficio que ha perdido frente a la producción masiva. En este espacio donde pretendemos reciclar, reparar y reusar cosas. Me he propuestos recuperar este trasto oxidado. Me acompañas…

De dónde ha salido

Todos los objetos tienen su historia, pues este había que inventarle una, es qué lo he comprado en una subasta. Totalmente deteriorado por el óxido y aunque intente en el video darle una historia de objeto encontrado entre los hierros. Lo cierto es que desconozco su origen.

Una inscripción con electrodo refiere a una persona y a un año, posiblemente de su fabricación la leyenda dice algo asi. “SAUL 29/12/1999”

 

A que les ha dado curiosidad. Pues que a mi ni os imagináis. Revisando un poco más resulta que la fecha si fuere de un cumpleaños este saul tendría unos 27 años.

Podemos inventar una historia mejor qué es más probable que esta fecha refiera al momento en de realizar el trabajo de hojalateria.

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Nada parece tener que ver con nuestra Caldera de hojalata, salvo que faltaban apenas 2 dias para que empezara el nuevo milenio. Ostias es que no me había percatado de ese detalle hasta este momento. Si me imaginaba qué había pasado el clima de las Navidades y con toda esas festividades.

Como se le ha ocurrido a alguien fabricar semejante artilugio solo unos días antes de que termine el siglo XX.

ReUsa

Espero haber justificado suficientemente los motivos por los cuales recuperar esta pieza de arte folklorika, pero aún más el motivo es el de Reciclar o mejor digo dejar de contribuir a desechar las cosas.

En este mundo de electrónica y alta Tecnología de qué nos puede servir una caldera.

La foto habla por sí sola, pero en un camping, un dia de pesca o cualquier actividad donde la modernidad de la ciudad no lleva sus servicios.

Una taza de café caliente en un día frío de invierno en un lugar muy alejado solo será posible con un artilugio que recibió una segunda oportunidad.

Restauración

Lo que necesitaba principalmente era una importante limpieza y quitar el óxido. Si bien ahora seria interesante ver el video. Es qué bueno, cuenta la historia mejor que estas palabras.

 

Se utilizó un salfuman para convertir el óxido, vale vinagre para los más ortodoxos, y mucho cepillo de alambre.

El interior le rellene con arena y batiendo tal cual como si se tratase de una coctelera granalle con esta el interior qué qué igual que el exterior no inspiraba calentar algo en el.

Pintura

En este punto no es necesario detenernos, pues mucho menos es aconsejado pintar un utensilio de cocina. Pero con el afán de ReUsar y que no volviera a oxidarse y esa cuestión del marido perfecto. Esta caldera de hojalata terminó en un estante aparador, como un adorno junto a candeles y folreos.

Otro uso mas para cosas viejas. Un adorno interesante, motivo de conversa y de valor artístico.

Pensar que terminaría en la basura.  Cuentos para reciclar

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