El revocado es un proceso fundamental en la construcción y renovación de paredes y techos. Consiste en aplicar una capa de mortero o yeso sobre la superficie, con el fin de nivelarla, protegerla y embellecerla.
Antes de comenzar a revocar una pared, es importante preparar la superficie correctamente. Para ello, debemos asegurarnos de que la pared esté limpia, libre de polvo, grasa y restos de pintura. Si hay grietas o agujeros, deben ser reparados antes de aplicar el mortero o el yeso.
Una vez que la pared está lista, desbes humedecerla antes de aplicar el mortero o el yeso. Esto ayuda a que la mezcla se adhiera mejor a la superficie. Además, se recomienda preparar la mezcla según las instrucciones del fabricante, asegurándose de mezclar bien los ingredientes y obtener una mezcla suave y homogénea.
Para aplicar el revestimiento, podemos utilizar una llana dentada o una llana lisa, según la textura que se desee. Asegurarse de que la capa quede uniforme y sin desniveles. En el caso de paredes de ladrillo o bloque, se recomienda colocar una malla de refuerzo antes de aplicar el mortero o el yeso, para evitar grietas y asegurar la estabilidad de la superficie.
Una vez aplicada la primera capa, dejala secar antes de aplicar una segunda capa, si es necesario. Además, es recomendable humedecer la superficie nuevamente antes de aplicar la segunda capa, para asegurar una buena adherencia.
En conclusión, el revocado es un proceso esencial en la construcción y renovación de paredes y techos, y su correcta aplicación puede marcar la diferencia entre una superficie sólida y estética, y una que se deteriore con facilidad. Siguiendo estos consejos, podrás realizar un revocado de calidad y duradero. ¡A trabajar!